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Biografía y vida de Héctor Lavoe

Una vida de éxitos, excesos y tragedias, la vida de Héctor Lavoe.

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Biografía y vida de Héctor Lavoe

En esta ocasión es un placer presentar un resumen sobre el Cantante y Compositor  Héctor Lavoe  (1946 – 1993), quien es considerado como uno de los mejores intérpretes de música caribeña y forjador del género  de la Salsa en New York a principios de la década de los 70’. Trabajó con el trombonista y cantante Willy Colón y fue bautizado como “El Cantante de los Cantantes”. 

Héctor Lavoe con su esposa e hijos - Familia de Héctor Lavoe - Biografía - Magazin Creativo
Héctor Lavoe con su Familia

Héctor Lavoe el hombre de Familia

Su nombre: Héctor Juan Pérez Martínez, ​ quien adquirió como su nombre artístico a  Héctor Lavoe, fue un excelente cantautor y productor del género de la salsa puertorriqueño – estadounidense. 

Héctor Lavoe nace en Machuelo Abajo, Ponce, Puerto Rico un 30 de septiembre de 1946, hijo de Francisca Martínez y Luis Pérez.

Su canto dedicado a la vida de barrio, se robó el corazón del mundo latino.  Un sonero que conoció el  éxito y los excesos de la mano de su música, quien en vez de disfrutar de su éxito, lo que vivió fue un gran sufrimiento, mientras más crecía como artista se iba hundiendo como ser humano, nunca llegó a comprender el grado de afecto que todos le tenían. Con solo 21 años fue uno de los cantantes más famosos de la movida latina de Nueva York en los años 60.  Su vida estuvo ligada a la fatalidad, perdió a sus seres más queridos para luego contraer una enfermedad mortal. 

Siendo aún un niño, su madre muere a causa de una enfermedad respiratoria.  Su padre se convierte en su tutor y lo introduce en el mundo musical haciendo estudios en la escuela de música. A los 12 años cantaba en los actos de la escuela y a los 14 años formó su propia banda de 10 piezas, tocando con sus amigos en los locales nocturnos de “Ponce”. Participó en programas de talentos que lo llevaron a una competencia por televisión. Allí artistas como Felipe Rodríguez y Tito Lara le dieron la mano y lo animaron diciéndole que sería un gran cantante en un futuro.

Héctor Lavoe el músico exitoso

Un éxito inmediato

La aprobación del público fue inmediata, enseguida quedaron cautivados por su voz que deliraba al ritmo de la música popular puertorriqueña.  Ganar $18 por noche era demasiado para un joven que ni siquiera había terminado sus estudios básicos.  En medio de las tentaciones de la noche, Héctor conoció la contraparte de la peligrosa  dupla que lo acompañarían durante toda su vida: El éxito y la tragedia.

A los 17 años parte a New York a probar suerte en la gran manzana, comenzando una carrera musical llena de alegría y de dolor.

Él estaba decidido a ser el mejor cantante del mundo y su meta en NY, la capital musical del momento, pero el principal obstáculo vendría precisamente de la gran ciudad, donde su hermano que había viajado anteriormente a NY muere a causa de las drogas.

Contra todas las censuras de su padre, quien veía a NY como un lugar de malos augurios, Héctor Pérez llega a la gran manzana el 3 de mayo de 1963, época del sexo libre, el rock and roll, las drogas y la violencia.  Allí comienza a abrirse campo en el ambiente musical.

Una noche, a dos semanas de llegar a NY, Héctor acompaña a su amigo Roberto García a un ensayo en un  local nocturno, ofreciéndose de buena fe para demostrarle al corista cómo se canta la música latina.  El resultado de tan noble gesto resultó en que Héctor se quedó con su puesto.

Comenzó una carrera vertiginosa formando parte de varias orquestas y bandas.  Orquesta Nueva York, Caco y las estrellas y alegre All Star.  En 1966 conoce a Johnny Pacheco, dueño y director de la disquera emergente del momento, Fania.  Johnny Pacheco presentó a “la hora Héctor Lavoe con Willy Colón”, otro genio de apenas 15 años de edad que dirigía una banda conocida como Bugalú y Latin Jazz.  Desde ese momento, se unen y asumen el nuevo ritmo como el son montuno, el guaguancó y la guaracha, convirtiendo en un boom esa mezcla de ritmos, convirtiéndose en un gran fenómeno musical.

Héctor Lavoe se une al sello Fania y a Willi Colón

Héctor Lavoe firmo con el sello musical Fania

Luego de participar en varias orquestas, se une al sello musical Fania y a Willy Colón, con quien pasa a formar la dupla más legendaria de la historia de la salsa, pero al mismo tiempo, se perdía en un torbellino de drogas y alcohol.

Con el éxito llegaron los amores, a finales de 1967 conoce a Carmen Castro, una fanática que asistió a una presentación en el colegio golden globe de NY, la relación se formalizó en enero de 1968, en febrero de ese año, Carmen ya estaba embarazada.  El 30 de octubre de 1968 nace su primer  hijo, José Alberto Pérez, dos meses después, justo la noche del bautizo, Héctor recibió una llamada de otra fan, Nilda Román, mejor conocida como La Puchi, para informarle que  estaba embarazada y que él era el padre.  Mientras su vida personal se convertía en un caos, la dupla Willy Colón – Héctor Lavoe, comenzaba a dar repuntes de popularidad.

Pese al tentativo embarazo de “La Puchi” que lo llevó a contraer matrimonio en 1968, el hijo no llegaría sino casi un año después, el 25 de septiembre de 1969.

En 1970, el repunte y fenómeno que tiene el género de la salsa en todos los países de américa, hace que se la disquera “Fania” tome la decisión de unir a todas las orquestas famosas del momento en una sola, dándole el nombre de “Fania All Star”, hubo mucho éxito, viajes y presentaciones que abrumaba a los artistas. Héctor, para resistir la presentación de más de 7 conciertos a la semana, comenzó a utilizar las drogas, las cuales se tradujeron en inestabilidad, una terrible impuntualidad e insultos al público, situación que lo llevó a pasar 4 días en la cárcel, luego de un concierto en el coliseo de Guayaquil en Ecuador acusado de ofensas a la moral. 

Problemas y excesos

En 1974 Willy Colón decide abandonar su propia orquesta, pues Héctor seguía con los problemas de las drogas que hacían imposible cualquier trato profesional. Las presentaciones de Héctor las hacía solo y aunque mantuvieron esa discordia, las relaciones personales y musicales entre ambos no llegan a su fin y Willy Colón sigue produciendo la música de Héctor.

Tantos problemas juntos en su vida, logran acelerar su adicción a las drogas, tener muchas enemistades y faltar a sus contratos y compromisos, aunado también a sus problemas familiares con su esposa y la presión ejercida por quienes explotaban el éxito de Héctor para hacer dinero sin mirar el daño y destrucción que padecía. 

Héctor llegó al término de quedar sin conciencia de identidad y ubicación en espacio y tiempo, siendo necesario internarlo en un hospital, porque su cuadro clínico presentaba un terrible estado depresivo.  En 1978, con la ayuda de sus mejores amigos, vuelve al escenario y lanza su producción discográfica número 29, titulada irónicamente “Comedia”, este sencillo que incluyó la canción El Cantante, fue de características antológicas.  Gracias a este tema compuesto por un nuevo talento como lo era en ese año el joven Panameño Rubén Blades, Héctor se convierte en “El Cantante de los Cantantes”

Durante la década de los 80’ con más de 30 discos grabados en su haber, Héctor Lavoe siguió siendo un cantante renombrado gracias a producciones como “El Sentimiento” y “Reventó”, con sus presentaciones con Fania All Star, pero aunque se había convertido en “El Cantante de los Cantantes”, no podía escapar de su fatal destino, pues al parecer, la vida lo había condenado al darle un gran éxito a cambio de una terrible tragedia le abordaba.

1987 un años para el olvido

En febrero de 1987, su apartamento ubicado en Queens se incendió, obligándolo a saltar junto a su esposa para salvar sus vidas, y tan solo unos días después, su suegra de quien se burla en el tema “Soñando despierto” muere apuñalada  en Puerto Rico, pero el golpe más cruel de su existencia sucedería tan solo un mes después, el 7 de mayo de 1987 su hijo Junior muere por un disparo jugando a las armas con un amigo, siendo un golpe letal para Héctor, no obstante, sus promotores supieron encontrar un aliciente contra el fatídico momento; grabar un nuevo álbum.

En 1988, Héctor fix back recibió una nominación al Grammy como álbum latino, siendo para él esa noticia como una burla del destino, teniendo ahora un nuevo problema que enfrentar, el “Sida”. A partir de allí, su estado de ánimo era demasiado voluble, cualquier incidente podría ser letal.

El 28 de junio de 1988, Héctor Lavoe regresa a Puerto Rico para ofrecer un concierto como parte de las fiestas patronales de San Juan, teniendo graves problemas con los productores quienes le impidieron realizar su actuación, pues apagaron las luces y el sonido, lo cual fue bochornoso y humillante para él estado emocional en que se encontraba.  Además, una pelea con su esposa al llegar al hotel fue el límite, intentó suicidarse lanzándose del noveno piso del hotel Regency donde se hospedaban, pero salió solo con algunas heridas y se salvó.  Le ofrecieron ayuda algunos amigos luego del incidente.

Héctor Lavoe el hombre de hierro

A pesar de tantas tragedias, parecía un hombre de hierro y aún podía mantenerse en pie, después del accidente en San Juan, se atrevió a dar un recital en la calle 156 del Bronx en el verano de 1989. Allí, un público fiel fue testigo de la degradación física y moral que sufría el cantante.

Lo que siguió a aquella emotiva presentación fue una profunda etapa de soledad en el hospital de investigaciones Sofi and William David Cohen de NY.   Todos los que alguna vez habían profesado ser sus amigos le habían abandonado, Héctor ya no podía fabricar dinero.

En marzo de 1993 se produjo un hecho que incomodó a sus seres más cercanos, su compañía disquera lo somete a un concierto de regreso, con medio rostro paralizado, cojeando de una pierna, apenas podía cantar.  Héctor Lavoe realiza la que sería su última presentación.  Con problemas lo subieron a un escenario en New Jersey, donde los presentes observaron a un Héctor Lavoe acabado tanto física como mentalmente, viviendo la agonía de su enfermedad en el más terrible abandono, mientras el mundo que una vez le perteneciera seguía su curso, el cantante yacía solo en un apartamento en Nueva York.  Su cuerpo no era tan fuerte como su alma, tuvo que ser trasladado de emergencia un día después de la presentación el 29 de junio de 1993.  “El Cantante de los Cantantes” murió de un ataque al corazón. 

Entre salsa y guaracha, su gente le despidió con un canto en la voz.  Ya no había más discos nuevos que esperar. Se fue un talento extraordinario y un ser humano rico en alma y espíritu.  Su música sigue sonando y sus fans continuarán buscando sus canciones.

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